The return of the soldier, Rebecca West


Título original: The return of the soldier
Título en España: El regreso del soldado
Autor: Rebecca West
Traducción: Laura Vidal Sanz
Herce Ediciones
Páginas: 140

Chris Baldry regresa del frente para encontrarse con las tres mujeres de su pasado: Kitty, su esposa, fría y hermosa; Jenny, su devota prima, que nunca admitió su amor por él… y Margaret, la única mujer a la que Chris recuerda, su primer amor de hace quince años. Debido a su amnesia, de su prima sólo recuerda la infancia y de su mujer nada en absoluto. En su recuerdo sólo permanece Margaret. Las tres mujeres deben tomar una decisión: dejarle seguir en el estado en el que ha regresado o intentar «curarle»…, pero también Chris quiere elegir… 


Puede que sean los años que pasé estudiando Historia en la facultad, pero hay algo en la Primera Guerra Mundial que me atrae poderosamente. No estoy diciendo que esté a favor de lo que causó aquella atrocidad, pero de alguna manera me fascina la idea de que el mundo fue radicalmente distinto a lo conocido antes de 1914. El combate, las armas, la idea caballeresca de la guerra y el heroísmo, el papel de la mujer en la sociedad, la medicina y su desarrollo, la concepción de la política y el espacio mundial....Nada volvió a ser lo mismo, y precisamente este cambio tan absoluto es lo que tanto me llama la atención. 

Por eso tiendo a fijarme en las novelas que están inspiradas o ambientadas en esa época, o escritas por quienes vivieron en ese periodo histórico. En este caso, se producen ambas coincidencias. Rebecca West, pseudónimo de la escritora británica Cecily Isabel Fairfield, fue una periodista y escritora de principios de siglo que publicó artículos en los principales periódicos de su época así como un libro de viajes apasionante: Oveja negra, Halcón Gris; además de este relato de su visión de la escena post bélica.

En la obra The return of the soldier, la autora nos presenta la difícil situación que tuvieron que vivir los familiares de aquellos soldados que regresaron del frente marcados de por vida por las experiencias sufridas en las trincheras. Chris es un joven soldado que vivía con su esposa y su hermana, pero resulta herido en el transcurso de la guerra y es enviado a casa por el estado en el que se encuentra. Sufre una severa amnesia, provocada quizás por un estrés post-traumático, que le hace olvidar los 15 últimos años de su vida. El principal problema es que este periodo de tiempo comprende su matrimonio con Kitty, a quien no reconoce, y le remite a sus tiempos de noviazgo con Margaret, una mujer ahora casada.

Conforme subían la sensación de la extrañeza de él pudo con Kitty, quien levantó los brazos como si tratara de avanzar en la niebla y se quedó atrás. Cuado Chris llegó arriba ella estaba de pei a mitad de las escaleras con las manos juntas debajo de la barbilla. Pero no la vio. Estaba mirando el pasillo y diciendo:
-Esta casa está distinta.

Lejos de caer en formas demasiado sentimentales o afectadas, la autora plantea el dilema de qué hacer en casos como éste. Qué sería lo correcto, independientemente de nuestros propios deseos o necesidades. Precisamente es Margaret la que avisa del estado en el que se encuentra Chris y gracias a su intervención es enviado a casa. Y de nuevo aparece otro conflicto, esta vez de clases, ya que Kitty, Chris y su hermana Jenny claramente pertenecen a una aristocracia en vías de extinción, mientras que la honrada Margaret es una simple ama de casa. Tratando de perpetuar su estilo de vida (y a la vez tratando de devolver la memoria a su Chris), Kitty cae en el esnobismo más profundo, llegando a ser realmente descortés y arisca con Margaret, que carga en silencio con la culpa del estado actual del soldado.



No había nada que decir cuando pasaba los días -a excepción de las horas que cada tarde duraba la visita de Margaret- sentado como un  hombre ciego esperando a que se disipe la oscuridad. No había nada que decir cuando no parecía reparar en nuestras flores y sin embargo conservó hasta que se les pudrió el tallo los narcisos que Margaret le llevó cogidos de aquel jardín con aspecto de huerto arrendado. De manera que Kitty yacía por la casa como una muñeca rota, con la cara vuelta hacia un sofá mientras un brazo le caía inerte hasta el suelo; o en la cama, oculta entre las cortinas y dejando ver sólo unos pies rígidos enfundados en lujosas zapatillas.

Es una obra bastante corta, apenas 150 páginas escritas de una forma sencilla y ligeramente poética a la vez, incidiendo en los aspectos internos de cada personaje, apelando a la empatía del lector y dejando en el aire algunas preguntas sobre la sociedad y la forma de entender la vida en aquel tiempo que podrían ser extrapolables a nuestra época.

Quise haberlo reservado para julio y poder hacer así un mes temático con la Primera Guerra Mundial como fondo, coincidiendo con el centenario de la Batalla del Somne, pero al verlo disponible en la biblioteca y ser tan breve, no pude resistirme. Os lo recomiendo si queréis leer algo sobre los grandes olvidados de la contienda como fueron los familiares de lo que regresaron, y también sobre el papel que cumplieron los pocos soldados que pudieron, a duras penas, retomar su vida anterior a la guerra.

8 comentarios

  1. Es increíble, sólo tienes que nombrar un libro y a mí ya me apetece leerlo. Encima, 140 páginas se leen en cualquier momento. Eso sí, no sé yo si será fácil de encontrar...

    ResponderEliminar
  2. Lo quiero leer para un reto de nov histórica.. así que veremos qué tal
    un beesito

    ResponderEliminar
  3. ¡Hola!
    Me atraen mucho las novelas ambientadas en la Primera y Segunda Guerra Mundial. Me atrae mucho que la autora sea una periodista y que haya vivido la experiencia. Últimamente me gusta leer crónicas o memorias porque me parecen mucho más reales que las típicas novelas. No sé si me explico...
    También me gusta que no se caiga en el sentimentalismo y en el emocionar fácilmente al lector.
    ¡Siempre me estás creando necesidades! Pero sabiendo que lo hay en la biblioteca caerá tarde o temprano.
    Un beso

    ResponderEliminar
  4. Pues me lo apunto por si me cruzo con él. No conocía ni el libro ni la autora pero me has dejado con ganas de leerlo.

    Besos.

    ResponderEliminar
  5. Hola :) Este no me acaba de llamar, y es que yo y estos relatos de guerras no casan mucho conmigo; aunque ahora leyendo Las primeras quince vidas de Harry August me he encontrado con el contexto de fondo, aunque es diferente. Un besin^^

    ResponderEliminar
  6. ¡Hola!
    Yo no le digo que no por el momento.
    Gracias por tu estupenda reseña.
    ¡Nos leemos! :-)

    ResponderEliminar
  7. Hola!No tengo claro si el libro me llama o no, pero estupenda reseña.
    Me quedo por tu blog y te dejo el mío.
    Un besito:)
    http://reflexionesdeunalibroadicta.blogspot.com.es/

    ResponderEliminar
  8. Lo leí este verano y coincido contigo
    a mí hubo momentos que no me cuadraron del todo, pero creo que es un buen libro para acercarse a la historia y a los sentimientos que provoca una guerra
    un beesito

    ResponderEliminar

¡Hola! Gracias por pasarte por mi blog y dedicar tiempo a comentar, valoro todos los comentarios, y siempre respondo.
¡Un saludito!