El verano se está acabando, y en este nuevo mes que nos espera, tengo la firme intención de retomar el blog, con reseñas y puede que alguna cosilla más. Espero que todas estas ideas no queden en el olvido, seamos positivos.
De momento os presento mi participación a la maravillosa iniciativa creada por Carla, Leo Autoras Octubre. Para quienes no sepáis de qué se trata, este año han creado una página web donde podéis consultar todo tipo de información. Se resume en leer a cuantas autoras queramos en el mes de octubre, a grandes rasgos. Y yo, que siempre he tenido cierta tendencia a mis islas del alma, me he dejado llevar por el corazón y he elegido un puñado de autoras victorianas para leer sus obras en el mes de octubre. ¿Quieres descubrirlas?
Las obras que cito a continuación no pretenden ser una lista obligatoria ni cerrada. Funcionarán más bien, como una especie de lista de obras que me apetecería leer en ese mes. Por supuesto, sujeto a modificaciones y variantes. Aún así, espero cumplir con la mayoría.
El Secreto de Lady Audrey (Mary Elizabeth Braddon)
Lucy Graham es una institutriz seductora que se casa con Sir Michael Audley, el padre de su gobernanta. Robert, el apuesto sobrino de Sir Audley, se siente fuertemente tentado por encantos de Lucy - aunque convencido de que oculta un oscuro secreto sobre la desaparición de su buen amigo George Talboys. En medio de estas maniobras se encuentra Alicia, la hija de Sir Audley, como una jovencita que espera una propuesta de matrimonio de Robert, sin sospechar que se está hundiendo más y más en la obsesión con su madrastra, Lucy.
El mensaje del muerto (Florence Marryatt)
El profesor Aldwyn, hombre de ciencia, se despierta una mañana junto al sillón en el que se había quedado dormido y lo encuentra ocupado por «un intruso». No tarda en darse cuenta de que el intruso es él mismo. Un espíritu llamado John Forest lo acompañará en sus primeros pasos por el mundo más allá de la muerte, guiándolo por sus esferas y jerarquías. El profesor tendrá ocasión de reencontrar a sus difuntos parientes y también de ver cómo su muerte es recibida en el mundo de los vivos. Sin embargo, habiendo sido en vida un hombre necio y egoísta, mal marido y peor padre, la experiencia no será muy agradable.
La casa deshabitada (Charlotte Riddell)
En contra de lo que podría esperarse en una historia de fantasmas, la autora se toma su tiempo para ira asentando su historia y presentando a los personajes: el joven Patterson, un humilde empleado del bufete del señor Craven, y la señora Blake, una solterona de “fuerte” personalidad, tia y tutora de Helena Elmsdale, una hermosa joven azotada por la tragedia (los elementos autobiográficos abundan en su biografía, con el cruel destino de Helena, huérfana a una edad temprana y abocada casi a la pobreza, como reflejo de la dura juventud de la autora). Prácticamente el único activo que tienen para su sustento tía y sobrina es River Hall, una propiedad en Addlestone imposible de alquilar, pues invariablemente los inquilinos acaban abandonando el lugar, escenario de suicidios y tenebrosos acontecimientos.
Mary Barton (Elizabeth Gaskell)
«Quiero trabajo, es mi derecho», clama uno de sus protagonistas: en este ambiente de tensión social, agravado por la pobreza y el desempleo, se inscribe la peripecia de una muchacha que coquetea con el apuesto hijo del patrono y desprecia al pretendiente –un antiguo compañero de juegos de la infancia, honrado e inteligente– que daría su vida por ella. Un crimen inesperado somete a la heroína a un dilema crucial y la obliga a reconocer, quizá cuando ya sea demasiado tarde, sus verdaderos sentimientos. Una trama llena de situaciones límite, una escritura cultivada y puntillosa y unos personajes descritos con simpatía y vigor realzan el valor de esta novela.
La inquilida de Wildfell Hall (Anne Brontë)
Tras muchos años de abandono, la ruinosa mansión de Wildfell Hall es habitada de nuevo por una misteriosa mujer y su hijo de corta edad. La nueva inquilina –una viuda, al parecer –no tarda, con su carácter retraí-do y poco sociable, sus opiniones a menudo radicales y su extraña, triste belleza, en atraer las sospechas de la vecindad, y a la vez la rendida admiración de un joven e impetuoso agricultor. Pero la mujer tiene, en efecto, un pasado...más terrible y tortuoso si cabe de lo que la peor de las murmuraciones es capaz de adivinar.
Cranford (Elizabeth Gaskell)
El paisaje, la ambientación e incluso los personajes están tomados del pueblecito en que la autora pasó su infancia, Knutsford, y, en un retrato lleno de humor y afecto, pero exento de sensiblería, se nos presentan unos valores y costumbres que la Revolución industrial estaba transformando rápidamente. A través de la emblemática figura de unas hermanas solteronas, asistimos a los pequeños y grandes acontecimientos de la pequeña comunidad: la llegada de un apuesto capitán viudo y sus dos hijas, las cartas que se reciben de ultramar, las estrecheces económicas de las mujeres de buena sociedad, los compromisos matrimoniales y las muertes.
La voz maligna (Vernon Lee)
Este volumen reúne tres de sus mejores cuentos fantásticos. La atmósfera envolvente de “La muñeca”, con su palacio arruinado, nos conduce al encuentro de un objeto fascinante. En “Amour Dure”, el anhelo de un historiador polaco de viajar a Italia para encontrarse cara a cara con el pasado, le lleva a enamorarse de una “dame fatale” del siglo XVI, la bella Medea da Carpi, que no solo le hará revivir la época cruel en la que vivió sino que le preparará un pavoroso encuentro nocturno. “La voz maligna” es la historia de un músico wagneriano que cae hechizado en los canales venecianos por el canto suave, irresistible y maligno de “un soprano” famoso del dieciocho que, además de “castrati”, había sido asesino.
Cumbres Borrascosas (Emily Brontë)
La poderosa y hosca figura del atormentado Heathcliff domina "Cumbres Borrascosas", novela apasionada y tempestuosa cuya sensibilidad se adelantó a su tiempo. Los brumosos y sombríos páramos de Yorkshire son el singular escenario donde se desarrolla con fuerza arrebatadora esta historia de venganza y odio, de pasiones desatadas y amores desesperados que van más allá de la muerte y que hacen de ella una de las obras más singulares y atractivas de todos los tiempos.
Además de estas obras, recientemente he descubierto varias colecciones de relatos victorianos (principalmente relacionados con el terror) y cuento servirme de alguno de ellos, para aligerar lecturas. Las colecciones están en inglés, así que dejo el título sin traducir.
Margaret Oliphant: The Open Door
Mary Elizabeth Braddon: The Cold Embrace
Elizabeth Gaskell: The Olde Nurse's Story
Dinah Mulock: The Last House in C Street
Rhoda Broughton: The Truth, the whole truth and nothing but the Truth
Mrs Henry Wood: Reality or Delusion?
Mary Louise Molesworth: The Story of the Rippling Train
Estas son mis intenciones. Quizás un poco demasiado ambiciosas, o con algunas autoras demasiado maisntream, pero de momento he elegido según me ha apetecido realmente. Estoy a tiempo de cambiar la lista, si fuera necesario.
¿Qué os ha parecido? ¿Conocéis la iniciativa del mes, Leo Autoras Octubre? ¿Vais a participar?
(Información del cuadro en el gráfico: The Misses Vickers, John Singer Sargent, 1884)
(Información del cuadro en el gráfico: The Misses Vickers, John Singer Sargent, 1884)
POR FIN. Mira, no sé cuántas veces habré abierto esta entrada para comentarte #cosas pero desde luego más de cinco seguro. ¿El de Vernon Lee puede que esté ahí por mi maligna influencia? La portada me recuerda al relato colaborativo de Howard llamado "La cabellera de medusa" , si va en un tono así debe ser mio lo que viene siendo...PRONTO. El de Riddel ya sabes que le tengo echadito el guantete, porque gotiquismos varios siempre son necesarios. Y mucho victoriano, sí. Yo ahora mismo no estoy para victorianos (bueno, Beatrix Potter está ahí en el límite con sus ratones cubiertos por sombreros de copa, pero no). Me encanta. Y ya me contarás con Gaskell qué tal.
ResponderEliminarY ESA EDICIÓN DE CUMBRES YA SABES QUÉ PIENSO DE ELLA.
Besicos.
Holi!
EliminarYa ves, y yo respondo 3 millones de años tarde, porque lo mío es así. Hay que quererme, jajajaja.
Tu maligna influencia es lo peor (lo mejor, en realidad) de este mundo, así que sí, puede, es más que probable que esté ahí por eso. Ya te contaré, porque justamente me pongo hoy a leerlo. No sé si La Medusa tiene algo que ver o no. Te mantendré informada.
El de Riddell ya lo leí y bueeeeno. No está mal, pero no era lo que me esperaba. Reseña pronto, no te preocupes.
Al final no están siendo tantas victorianas, pero todas molan un huevete igualmente.
Besotones miiiiiles. Pero miles ¿eh? :)
Madre del amor hermoso, vaya titulazos me traes para Octubre. Ojalá te de tiempo a leerlos todos y así me cuentes que tal, yo pretendo leer Cranford y La inquilina. Veré si lo consigo.
ResponderEliminarBesotes.
Hola!
EliminarLo del tiempo e lo de menos, porque una vez descubiertos los títulos, no te los puedes quitar de la cabeza, y los acabaré leyendo en otro momento, jajaja.
Cranford lo cuento leer en inglés (creo) porque es muy finito y tiene pinta de asequible. ¡ánimos con Anne!
Un saludito, gracias por venir :)